PESCADO

Para saber si el pescado es fresco, haz el siguiente examen in situ:

- El pescado fresco debe tener un suave olor a mar
- La carne del pescado debe ser firme y elástica i no debe ceder ante una suave presión. Su abdomen no tiene que estar hinchado ni hundido. Las escamas, bien adheridas a la carne
- Las escamas han de ser brillantes y estar bien adheridas a la carne. Las branquias de color rojo intenso y los ojos también brillantes.
- Si se trata de filetes ya preparados, ten en cuenta que la marca de la columna vertebral debe ser apenas visible.
- Si se trata de rodajas de pescado, la carne debe estar bien adherida a la columna vertebral y no debe haber ninguna aureola de color pronunciado alrededor de esta última.

Si pescas con cierta regularidad, ten presente el siguiente consejo para que el pescado pierda rápidamente un cierto sabor a barro. Hazles tragar una cucharadita de vinagre (manteniendo las agallas bien cerradas), inmediatamente después de sacarlo del agua.

Una vez en casa, quieres preparar el pescado para cocinarlo. A menudo, el pescado se prepara enharinándolo. En lugar de desparramar la harina por todas partes, sigue el siguiente consejo: Pon harina en una bolsa de plástico y mete el pescado en su interior dejando fuera la cola. Cierra la bolsa y sacúdela. El pescado quedará perfectamente enharinado y la única tarea de limpieza consistirá en tirar la bolsa al acabar de usarla.

Tres consejos más para hacer más sabroso el pescado frito: Pásalo por leche salada antes de enharinarlo, en lugar de harina, usa fécula de patata. También puedes dejar el pescado en remojo en nata fresca.

Para eliminar el olor a pescado del aceite, al acabar de colar el aceite, añade un zumo de limón. 

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